LA PÁGINA DE LOS CORREDORES

10 síntomas de que estás entrenando demasiado

10 síntomas de que estás entrenando demasiado

¿Cómo es que un atleta corre 200 kilómetros por semana sin problema y otro, con mucho menos, puede estar sobreentrenando? La respuesta va en dos direcciones: genética y adaptación. La primera dejémosla quedita, que no hay nada que podamos hacer; la clave está en la segunda. 

Nos hacemos mejores corredores mediante la adaptación: entrenamos, ese entrenamiento produce un estrés en el cuerpo, el cuerpo se recupera de ese estrés mediante el descanso y al final del ciclo somos mejores corredores que cuando empezamos porque el cuerpo, cuando se recupera, forma tejidos y uniones más fuertes para que la próxima vez el daño sea menor.

Y así sucesivamente con cada vez que entrenamos y aumentamos las cargas. El cuerpo se irá adaptando siempre y cuando tenga suficiente tiempo de descanso para recuperarse. Empezamos a entrenar demasiado cuando el cuerpo no logra recuperarse entre entrenamientos y si hacemos de esto un hábito tarde o temprano el cuerpo, la mente o ambos colapsarán. 

Mientras tu rendimiento en carreras o entrenamientos se mantenga estable o siga mejorando, es buena señal de que aún no te has pasado de la raya, aunque sientas bastante fatiga por momentos. Pero si tu rendimiento se ha estancado o va en retroceso a pesar de que sigues entrenando igual o más fuerte, pon atención a los siguientes síntomas porque se asocian con sobreentrenamiento:

  1. Irritabilidad, mal humor y depresión.
  2. Pérdida de apetito y/o pérdida de peso.
  3. Pérdida del entusiasmo y alegría.
  4. Dificultad para dormir.
  5. Aspecto físico demacrado, ojos hundidos.
  6. Frecuencia cardiaca más elevada (en reposo o durante el ejercicio).
  7. Pesadez en las piernas y debilidad generalizada.
  8. Inmunidad debilitada (resfríos más frecuentes, dolor de garganta).
  9. Mayor frecuencia de lesiones.
  10. Obsesión por entrenar.

No necesariamente todos estos síntomas se harán manifiestos. Con que presentes solo algunos debes encender la alarma porque algo no anda bien. Recuerda que el ejercicio es bienestar y debe traducirse en buen ánimo, vigor, mejor rendimiento y mejor estado mental. Algunos de estos síntomas aparecerán cuando entrenamos mucho para una gran meta y es normal, pero así como vienen deben desaparecer pronto con el descanso apropiado. Si, por el contrario,  permanecen por más tiempo y se convierten en algo crónico, es muy probable que hayas pasado la raya.

Si detectas que estás sobreentrenando, reduce las cargas o detén del todo el ejercicio para permitir la recuperación. Esto puede tomar varios días o hasta varias semanas según la gravedad del sobreentrenamiento, así que ten paciencia. Si insistes en seguir entrenando a pesar de las señales puedes terminar con serias lesiones o daños fisiológicos que a veces tardan años o nunca se recuperan del todo. Un buen descanso no cuesta nada.

Entrénate