LA PÁGINA DE LOS CORREDORES
En su buen libro sobre entrenamiento mental para corredores, Matt Fitzgerald aporta algunas ideas sencillas de aplicar que le pueden ayudar a mejorar la técnica al correr.
Practique solo una por sesión de entrenamiento y descubra cuál le hace sentir mejor. Cada técnica busca “enseñarle” a su sistema neuromuscular patrones de movimiento más efectivos al correr, para lo cual es necesario ejecutarlas durante cientos y hasta miles de zancadas. Así que sea paciente y entrene:
Cayéndose hacia adelante: Incline el cuerpo hacia adelante levemente, mientras corre. ¡No doble la cadera!, inclínese desde los tobillos, como al estilo Michael Jackson. Hágalo casi hasta el punto en que siente que se va a caer de cara, y luego encuentre un punto en el que se sienta cómodo, pero con la gravedad aún jalándolo hacia adelante. Esta clave ayudará a que sus pies caigan naturalmente cerca de su centro de gravedad en lugar de caer más adelante, lo cual es una causa común de lesiones.
Ombligo a la columna: Concéntrese en meter su ombligo como si lo quisiera acercar a su columna vertebral. Este ejercicio activará los músculos abdominales profundos que sirven para estabilizar. En un estudio de biomecánica, se encontró que 9 de cada 10 corredores falla en contraer adecuadamente los abdominales, lo cual provoca que parte de la fuerza de las piernas se pierda. Haga su mejor esfuerzo para lograrlo.
Corriendo sobre agua: Imagine que está corriendo sobre agua y su objetivo es no hundirse. Eso le obligará a dar el paso rápido, ligero y poniendo mayor fuerza en menos tiempo cuando se hace contacto con la superficie. (Es parecido si imaginamos que corremos sobre cenizas calientes). Esta clave le ayudará a tener una zancada más rígida (y por ende más eficiente), minimizará el tiempo de contacto con el suelo, y le hará empezar la fase de despegue antes.
Jalando la calle: Imagine que el pavimento es una banda caminadora gigante, o sea que no es usted el que se mueve, sino es la calle la que viene hacia usted porque la está jalando con cada zancada. Esta clave le ayudará a minimizar el tiempo de contacto con el suelo, iniciar la fase de empuje antes y hacer más rígida la zancada.
Patinando: Corra como si fuera en patineta, minimizando la oscilación vertical. Imagínese impulsando su cuerpo hacia adelante en vez de hacia arriba en cada zancada. Si ayuda, imagine que está corriendo debajo de un techo que está a solo 5 centímetros de su cabeza, y debe evitar golpearse. Esta clave le ayudará a correr con mayor estabilidad al reducir las fuerzas de impacto verticales.
Golpeando la calle: La velocidad que llevamos está relacionada con cuan fuerte golpeamos el suelo. En vez de caer pasivamente, practique llevar activamente el pie hacia el piso. Asegúrese de impulsar hacia atrás también y no solo verticalmente. Esta clave le dará más rigidez a su zancada, iniciará el empuje antes y minimizará el tiempo de contacto con el suelo.
Recuerde practicar una de estas claves cada vez que corre. Con el tiempo descubrirá cuáles son sus favoritas y cuáles le ayudan más a mejorar. No se frustre si al inicio le es difícil "agarrarle el toque" a una clave, siga intentándolo y con más práctica le llegarán las buenas sensaciones.
Fuente: Matt Fitzgerald, Brain training for runners. 2007.
