LA PÁGINA DE LOS CORREDORES

El entrenamiento dura 24 horas

El entrenamiento dura 24 horas

Te levantás por la mañana, te ponés las tenis, corrés la horita que te tocaba y te quedás contento porque ya cumpliste con el entrenamiento de hoy. Ahora podés hacer lo que querás hasta mañana o pasado mañana que te toca la próxima sesión. ¿Verdad? Mm… no exactamente.

El éxito de tu entrenamiento depende en gran medida de lo que hagás las restantes 23 horas del día. La suma de todas las actividades, positivas o negativas, estresantes o relajantes, físicas o mentales, que hagás a lo largo del día tiene un efecto directo en tu rendimiento y en como asimilan tu cuerpo y tu mente las cargas del ejercicio.

¿Alguna vez te has preguntado por qué a veces te sentís cansado incluso antes de hacer ejercicio, o estás débil o tu rendimiento no mejora e incluso empeora luego de semanas o meses de entrenar? La respuesta puede estar en el estrés que te generan las actividades laborales y sociales que hacés durante el día, falta de buena alimentación o descanso insuficiente. Es decir, el problema no es lo que hacés durante el entrenamiento, sino lo que hacés el resto del día.

Si llegás a entrenar con todo un bulto de cargas negativas encima no podés esperar un rendimiento óptimo. ¿Qué tienen que ver tus problemas laborales con tu rendimiento?. Bueno, muchísimo.  El entrenamiento es un estrés, o más bien un “euestrés” (un estrés positivo). Cuando corrés todo tu organismo se altera, el metabolismo se acelera y suceden cambios hormonales y físicos que jamás imaginarías; ¡es toda una revolución!

Y esa revolución termina con efectos positivos: liberás endorfinas, mejorás tu salud cardiovascular, fortalecés tus músculos y recibís un largo etcétera de beneficios físicos y psicológicos. Pero para que estos efectos positivos sucedan es imprescindible que descansés lo suficiente, que te alimentés bien y que no hayás acumulado otros tipos de estrés negativos. 

Es decir que si querés rendir y entrenar bien TENÉS que llegar bien dormido y bien comido y TENÉS que evitar o reducir al mínimo todo tipo de estrés negativo como estrés laboral, familiar o académico. De lo contrario el ejercicio puede llegar a convertirse en una carga más y en vez de beneficios te puede traer perjuicios pues se convertiría en un estrés negativo adicional. La suma de todas esas cargas puede hacerte caer en fatiga permanente, bajo rendimiento (social, físico y académico) y depresión.

En resumen, todo lo que hacés durante el día afecta tu rendimiento y tu bienestar. Lo primordial es comer y dormir bien, además de tener control sobre las actividades que te pueden generar un estrés negativo, como las laborales. Si no podés controlar el distrés (estrés perjudicial), correr te ayudará a reducir el efecto de esas cargas negativas, siempre y cuando lo tomés como un momento de relajación y placer (no pensando en tiempos ni marcas).

Si lo que querés es mejorar tu tiempo en alguna distancia o correr una maratón, es bueno que sepás que para efectos de tu cuerpo el entrenamiento dura 24 horas y todo lo que hacés afectará tu rendimiento. Si no comés bien, no dormís suficiente y además estás manejando dosis altas de distrés no esperés lograr tus metas deportivas. Mejor empezá por reducir las fuentes de estrés negativo y luego, solo luego, ponete la meta de mejorar tus tiempos.

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